Al igual que los humanos, las mascotas necesitan la visión para poder entender el entorno en el que se mueven, relacionarse con él y evitar posibles riesgos. Por este motivo, la oftalmología es uno de los campos más importantes dentro de la veterinaria.
Los ojos son órganos muy complejos y sensibles, lo cual hace que cualquier anomalía (por pequeña que sea) deba ser atendida rápidamente para que un oftalmólogo veterinario pueda tratarla a tiempo. De esta forma, nos aseguramos de que esta situación no deriva en una enfermedad más grave que deteriore la vista de una mascota o incluso le ocasione una pérdida total de la visión.
Síntomas de enfermedad oftalmológica en veterinaria.
Como sucede en otras ramas, para la oftalmología hay señales que nos indican que una mascota necesita ayuda profesional:
- Enrojecimiento: la razón por la que un perro tenga un ojo rojo depende de muchos factores ya que puede estar ocasionada por una patología (por ejemplo por una conjuntivitis o una queratitis), por un traumatismo o por la presencia de un cuerpo extraño.
- Exceso de lágrima: a veces un simple pelo en una mala posición puede dar lugar a problemas de lagrimeo excesivo aunque también puede manifestarse debido al dolor que provoca una enfermedad oftalmológica como las úlceras.
- Picor: este es probablemente uno de los síntomas más sencillos de percibir desde fuera. Básicamente vemos como nuestra mascota comienza a rascarse de manera continuada la zona ocular.
- Comportamientos poco habituales: notamos que nuestro perro o gato no interactúa de la manera en la que solía hacerlo con los espacios en los que convive. Esto puede deberse a que no es capaz de identificarlo con claridad a causa de un problema ocular.

Las 3 enfermedades oculares más comunes
Cuando un/a especialista en oftalmología veterinaria recibe un caso en la clínica puede enfrentarse a patologías muy diferentes ya que cada paciente tiene una situación única que debe tratarse de manera personalizada.
Sin embargo podemos identificar una serie de problemas habituales, que son los siguientes:
- Cataratas: ocurren cuando la lente ubicada en el interior del ojo (llamada cristalino) comienza a perder transparencia. Es un proceso que se acentúa con la edad aunque puede aparecer tras un traumatismo, por inflamación o derivada de la diabetes.
- Conjuntivitis: es una inflamación de la membrana que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Al irritarse produce picor, ardores y lagrimeo casi constante, sin embargo, al contrario que las cataratas no generan pérdidas de visión. Puede estar derivada de una alergia o un virus.
- Blefaritis: se produce cuando hay una proliferación de bacterias que generan una inflamación del borde del párpado. Alguno de los síntomas que pueden manifestarse son la aparición de costra o caspa, unido a un lagrimeo y enrojecimiento.
Aprende más sobre oftalmología veterinaria.
¿Quieres seguir aprendiendo de oftalmología veterinaria? En nuestro canal de YouTube puedes encontrar una entrevista a Alba, una veterinaria especializada en oftalmología que nos explica cómo es trabajar en una clínica.
También nos cuenta cuales son las patologías y tratamientos más habituales para dentro de esta rama ¡no te lo pierdas!