la perra con hipotermia

El caso de la perra con hipotermia

Nos encontramos ante el caso de la perra con hipotermia.

Después de administrar la medicación previa, remover el vello y aplicar la anestesia general a una perra con el propósito de llevar a cabo una ovariohisterectomía, procedes a conectar el monitor multiparamétrico. Al verificar los datos, observas que su temperatura corporal central, medida a través de una sonda esofágica, registra 37,1 °C.

¿Cómo podrías evitar que progrese el estado hipotérmico y conseguir que la paciente recupere la temperatura fisiológica?

Con el propósito de evitar que un paciente bajo anestesia desarrolle hipotermia, es crucial implementar medidas preventivas en tres niveles clave:

  1. Medidas Pasivas para Retener el Calor: Utilizar colchones y mantas para aislar al paciente de la mesa quirúrgica no solo por debajo, sino también cubriendo áreas del cuerpo que no estén relacionadas con el campo quirúrgico. Esto incluye extremidades y otras zonas (ver Figura 1a).
  2. Recalentamiento Superficial Activo: Incrementar la temperatura del aire en el entorno del paciente para reducir la pérdida de calor por conducción o convección. Esta estrategia puede emplear botellas de agua caliente, colchones eléctricos, colchones con agua caliente circulante y sistemas que propulsen aire caliente (ver Figura 1b).
  3. Recalentamiento Central Activo: Suministrar calor al compartimento central del paciente acelerando su aumento de temperatura. Esto puede lograrse mediante soluciones atemperadas (de 40-43 °C) para infusiones intravenosas, lavados peritoneales o pleurales, y enemas. También se puede aplicar calor a la línea de infusión intravenosa (ver Figura 1c), aprovechar circuitos anestésicos coaxiales en pacientes apropiados por tamaño, o incorporar sistemas para calentar la entrada de gases frescos.

Es más eficaz prevenir o minimizar la pérdida de calor que intentar recalentar a un paciente una vez que la hipotermia se ha establecido. Por lo tanto, las medidas preventivas deben iniciarse desde la administración de la premedicación y deben mantenerse durante todo el proceso anestésico, incluyendo la recuperación.